miércoles, 6 de febrero de 2013

La diferencia

En las relaciones, hay una gran diferencia entre la chica con la que el pibe esta por estar y la minitah que el pibe elige. A ver si me explico mejor...
 Voy a empezar por el primer tipo, porque es mi especialidad. Es decir, es mi lugar por 'default' en la vida de los hombres.
Yo soy la mina con la que el pibe se sienta a mirar el partido y que, evectivamente, lo mira. Soy la minita que le va a hacer de comer y que, efectivamente, come. Y principalmente, evito traerle al chavon problemas que me molestaría que me traigan a mí; del tipo 'no strings attached', con la pequeñísima diferencia de que mis chicos nunca son una doceava parte de Ashton Kutcher y que yo soy doce veces más ancha que Natalie Portman.

Ahora bien, la situación es más o menos así: A vos te gusta el pibe, al pibe le gustás, andan un tiempo, él te hace un recorrido por los telos de toda la zona, sus amigos saben que andan, tus amigas saben que te encanta, pero... el compromiso, o sea la palabra compromiso, y no el compromiso de la fidelidad, -porque me parece que hay otros copromisos más importantes para tener hacia con una persona, con la que te estás viendo hace mucho tiempo, estoy hablando del compromiso de darle un mínimo de cabida en tu vida a la pobre mina que te está bancando-, ese compromiso al chavón lo espanta.

En fin, hace meses que se ven y que están juntos, pero nada. El chavón tiene todo lo que quiere de vos, y vos no se la complicas. Pero no porque sos una putitroli cualquiera, nono, por favor. No se la complicas, simplemente, porque no sos una mina complicada; el pibe te gusta y listo estás con él y lo tratás bien, y hacés lo posible por no complicarle la vida a él...
Y él... ¿Cómo te devuelve tu buena onda? Cagándose en vos hermana.
Te habla cuando necesita algo. Ahora, ¿si vos necesitas algo? La tenés que mamar. Corta y al pie.

Y.. ¿cómo termina esto? Simple, como mina 'no complicada' que sos, llega un punto que te cansás. Una cosa es no querer complicarle la vida a él y otra es que te tomen por boluda... así que le dejás de hablar y se va todo al carajo.
Y... ¿sabés qué es lo más gracioso de todo? Un tiempo después, el chavón conoce una minitah, de las que tienen 'h' al final, andan dos o tres meses, la 'minitah' lo boludea, histeriquea, hasta quizás lo caga, pero le rompe taanto las pelotas que el chavón al final, se la presenta a la flia, se van de vacaciones, se ponen de novios y toda la bola.

Conclusión: Si alguien algún día lee esto, si sos minita como yo, de las 'no strings attached mode on', volvete complicada. Rompele las pelotas al pibe; cambiale la tele cuando esta jugando argentina, hablale de la facu cuando el partido se está definiendo por penales; llorale por todo; no le cocines un carajo, decile que te lleve a cenar.
Y sobre todas las cosas, en cuanto veas que sos la 'amiga con derechos' decile que vos no haces esas cosas, que eso sólamente existe en las películas.
Ah, y me olvidaba... (esto salió de una peli, pero resultaría muy interesante) esperá 90 días desde la primera vez que se vieron para entregarle la cucaracha. Ya sé que es una pelotudez, imposible, delirante y de película; pero vos fijate, en el único lugar donde hay finales felices es en el cine ;)

Mentira, no me hagas caso. Ya vas a conocer a algún pelotudo no-digno de toda tu falta de complejidad y simpleza -según tus amigas, claro, porque para vos va a ser la mezcla perfecta entre Newton, Andrew Garfield y Alex Turner-, y te va a gustar tanto que no te vas a dar cuenta de lo re-pelotudo que es. Porque, básicamente, eso es el amor ¿Ó no?