En estas fechas cuando se acerca el año nuevo y se va el año viejo uno tiende a hacer un balance, casi natural, de lo que pasó durante el año... No digo que esté mal, sólamente que debería estar considerado como un método de autoflagelación; En mi caso vale aclarar que es un año normal, no sé qué necesita un año para ser bueno o malo sinceramente...
Pensemos, un año bueno sería un año donde predominan cosas buenas? No, pueden predominar cosas buenas, de hecho te pueden pasar puras cosas buenas y UNA mala que te caga el año así como pueden pasar mil cosas malas y UNA buena que lo alegra, pero para mí esas son puras pelotudeces... Seamos realistas no existe un buen balance de año preciso que te indique si fue bueno o malo, por que el concepto de bueno-malo es circunstancial y muy vago. Es por eso que me limito a decir que fue un año más y un buen año por el simple hecho de seguir acá cosa que todo el mundo debería agradecer a estas alturas.
Lamentablemente estas fechas también son para recordar a los que ya no están, cosa que melancoliza a todo el mundo... es la segunda navidad que preparo la ensalada de fruta sola y la segunda navidad que no hago pan dulce en la casa de mi abuela. Es la cuarta navidad que paso sin escuchar a mi oma hablando de cuando mi papá era chiquito y peor es el cuarto cumpleaños que paso sin esa torta marmolada con dulce de leche !
Es imposible recordar a las personas que te acompañaron toda tu infancia sin ponerse un poco melancólico pero también es imposible recordar sin sentirse inmensamente felíz y orgulloso de las personas que te criaron y que pasaron por tu vida.
Hay presencias que se extrañan y ausencias que se notan pero agradezco sentir esas dos cosas así como agradezco tener la receta de esa torta marmolada que cada día me sale más parecida a la que me hacia mi abuela y espero que lo mismo pase con el kartoffel und kleis !
